La enfermedad periodontal es una infección bacteriana que daña las encías y las fibras que conectan las encías con los dientes y el hueso de soporte de los dientes. También se conoce como "enfermedad de las encías". Sin una higiene dental y un tratamiento adecuados, puede hacer que los dientes se aflojen y provocar la pérdida de dientes. En casos severos, también puede destruir el hueso que sostiene los dientes.
La enfermedad periodontal es causada por bacterias y pueden estar involucradas cientos de especies diferentes. Estas bacterias liberan ácidos y enzimas que pueden descomponer directamente el tejido de soporte de los dientes y el hueso. También desencadenan una respuesta inmunitaria que produce ácidos y enzimas que destruyen los tejidos, lo que provoca una infección e inflamación caracterizada por enrojecimiento, hinchazón y sensibilidad.
Si bien la enfermedad de las encías se vuelve más común a medida que envejece, la enfermedad puede comenzar en cualquier momento. La enfermedad periodontal puede ser localizada o generalizada. La enfermedad localizada se define como menos del 30 % de los dientes afectados, mientras que la enfermedad generalizada significa que más del 30 % de los dientes están afectados.
Según la Academia Estadounidense de Periodoncia, existen muchos tipos de enfermedad periodontal. Los cuatro más comunes son:
Si su dentista le diagnostica enfermedad periodontal, le asignará y reevaluará continuamente una "etapa" y un "grado" en función de varios factores.
No todo el mundo es igualmente susceptible a la enfermedad periodontal. Además, la enfermedad periodontal progresa de manera diferente en diferentes personas. Su dentista lo ayudará a comprender qué estrategia de tratamiento y mantenimiento es adecuada para usted.
La investigación ha revelado que la enfermedad periodontal puede afectar condiciones como enfermedades respiratorias, enfermedades cardiovasculares, artritis, accidente cerebrovascular, diabetes, embarazo y otras. Siguen surgiendo investigaciones sobre la conexión boca-cuerpo.
Además, la investigación también muestra que condiciones como la diabetes, el VIH/SIDA, la artritis, el cáncer y la leucemia pueden aumentar el riesgo de que una persona desarrolle enfermedad periodontal. Las condiciones también pueden presentar desafíos en el manejo de la enfermedad periodontal.
Si bien las conexiones no se comprenden completamente, estas conexiones parecen existir porque la infección bacteriana de la boca ingresa al torrente sanguíneo y produce un efecto. Ese efecto puede ser por la inflamación causada por la infección o por el impacto o los subproductos de la bacteria misma. Por ejemplo, el cuerpo produce un compuesto llamado proteína C reactiva. Sus niveles se pueden monitorear, y si excede un cierto nivel, aumenta el riesgo de daño inflamatorio en el cuerpo.
Si usted o un miembro de su familia son diagnosticados con enfermedad periodontal, es importante tratarla lo antes posible para reducir los efectos de las bacterias en la boca. El tratamiento temprano, el uso de agentes antimicrobianos y el mantenimiento continuo pueden ayudar a evitar procedimientos dentales más costosos. También puede ayudar a mitigar los efectos sobre otras condiciones en su cuerpo.
La enfermedad periodontal generalmente es causada por una higiene dental deficiente, lo que conduce a la acumulación de placa y bacterias en los dientes y las encías. Si no elimina continuamente la placa, se puede desarrollar gingivitis. La gingivitis es reversible si se trata adecuadamente. Si no se trata, la gingivitis puede convertirse en una enfermedad periodontal, ya que las fibras gingivales que unen las encías a los dientes y al hueso de soporte de los dientes comienzan a descomponerse.
Los factores que aumentan el riesgo de desarrollar enfermedad periodontal incluyen:
Si nota alguno de estos síntomas, programe una cita con su dentista.
Si le diagnostican enfermedad periodontal, tiene más posibilidades de prevenir su progresión si comienza el tratamiento y el control lo antes posible. En su visita inicial, su dentista o higienista:
En este punto, su dentista puede comenzar el tratamiento. Es posible que se requieran una o más citas de seguimiento para tratar su enfermedad. Dependiendo de la gravedad de su enfermedad, su dentista general puede derivarlo a un periodoncista.
En las citas de seguimiento, su dentista:
Su mejor defensa contra la enfermedad periodontal es una buena higiene oral adecuada y constante en el hogar, exámenes dentales regulares y limpiezas dentales profesionales. Esto reduce la posibilidad de contraer la enfermedad y mejora su capacidad para tratarla de manera efectiva si ocurre.
El objetivo del tratamiento de la enfermedad periodontal es controlar la infección en la boca para retrasar la progresión de la enfermedad y prevenir daños adicionales que puedan afectar negativamente su salud en general. Su dentista e higienista pueden ayudarlo a desempeñar un papel esencial en el manejo de su enfermedad periodontal a través del tratamiento de mantenimiento periodontal, pero la responsabilidad final de prevenir su progresión en la gran mayoría de los casos recae en usted. Existen varios tipos de tratamientos periodontales. Los tipos que necesita dependen del estado específico de su enfermedad. Los tipos de tratamientos, y cuándo los necesita, también cambian a medida que la enfermedad mejora, se estabiliza o progresa con el tiempo.
Los factores más importantes para asegurar el éxito a largo plazo con la enfermedad periodontal son:
Si su enfermedad periodontal no es grave, sus opciones de tratamiento generalmente no son quirúrgicas e incluyen:
Una vez que su enfermedad periodontal esté bajo control, es posible que se necesiten otros tratamientos o cirugías para ayudar a corregir el daño que ha causado. Estos pueden incluir:
Algunos de estos tratamientos pueden provocar la retracción de las encías, lo que puede requerir un tratamiento adicional.
La extracción de dientes puede ser otra opción a considerar. La enfermedad periodontal desaparecerá si se extraen los dientes afectados, aunque pueden permanecer factores de riesgo para futuras enfermedades. La infección no permanece en el hueso una vez que desaparecen los dientes afectados. Sin embargo, los dientes perdidos pueden tener consecuencias significativas si no se reemplazan.
Última actualización: 20/12/2021 • Revisión médica: Thomas J. Greany DDS, 18/1/2021
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